miércoles, 1 de agosto de 2018

MI PADRE




De familia muy humilde fue el menor de siete hermanos. Cinco varones y dos mujeres. De todos ellos tan solo Rosario permaneció en Daimiel. Los otros emigraron a Madrid en cuanto tuvieron edad de trabajar pues así aliviaban la economía familiar al tiempo que se procuraban un mejor porvenir que el que hubieran probablemente conseguido en Daimiel. Ninguno de los hermanos cursó estudios superiores a los de la Escuela Primaria.
Jacinto, padre de Francisco tenía una taberna. No hay noticia de que cultivara tierras ni que trabajara en el campo, circunstancia llamativa, teniendo en cuenta que vivía en un lugar de raigambre agrícola. Jacinto murió en 1907 cuando Francisco tenía nueve años. Su muerte acrecentó la penuria económica de la familia.
En 1911, Francisco con trece años emigró a Madrid con la intención de que sus hermanos le ayudaran y le buscaran trabajo. Todos los hermanos mayores que vivían en Madrid eran dependientes en tiendas de tejidos y géneros de punto y este era el porvenir inmediato de Francisco. Enseguida encontró empleo y trabajó sucesivamente en establecimientos de la calle Atocha "Santos Barrios Escorial" y más tarde en la de Serrano, "El Carrete". En aquellos primeros empleos era chico para todo a cambio del aprendizaje, un paupérrimo sueldo, el sustento, la cama y una tarde de domingo libre cada quince días.
Cuando alcanzó la edad del servicio militar, sus ahorros y la ayuda de sus hermanos Saturnino y José hicieron posible que eludiera aquél mediante el pago de la llamada "cuota", es decir, el pago en efectivo de una cantidad que liberaba al interesado de hacer la "mili". Pero el conflicto de Annual, en Marruecos, anuló tal privilegio y fue llamado a filas. Fue incorporado al Regimiento de Saboya, en Madrid, llegando a hacer guardia en Palacio. En 1922 superado su periodo de instrucción, se incorporaba al Ejército de Africa formando parte de la guarnición de Melilla donde, precisamente su hermano Tomás, años atrás había estado destinado como suboficial. Francisco regresó a Madrid enfermo de paludismo.
Durante algunos años vivió en casa de su hermano Saturnino en la calle de Eloy Gonzalo . Con buen criterio eludió trabajar en el establecimiento que compartían sus hermanos Saturnino y José. Su último trabajo por cuenta ajena consistió en ser corredor de plaza en Sucesores de Hijos de José Martín Magro, S.A., una firma de venta al por mayor de artículos de mercería y de géneros de punto, cuyo establecimiento estaba situado en la calle de la Colegiata con vuelta a la de Duque de Rivas.
Conoció más tarde a Teresa Cuesta García, con la que contrajo matrimonio el 15 de abril de 1928. El nuevo matrimonió alquiló un piso en la calle de Orense en el que nació el 26 de marzo de 1929 su primer hijo, una niña, a la que se bautizó con el nombre de Concepción. Siguió trabajando como corredor de plaza hasta que en 1931 consiguió establecerse por su cuenta abriendo un modesto negocio de mercería con el título de "La Revoltosa" en la calle de Palencia nº 25. La familia se mudó al alquilar un piso encima de la tienda. En ese piso nació el 19 de marzo de 1933, su segundo hijo, un varón, Francisco José.
En 1935 Francisco y Teresa deciden independizarse definitivamente y lo hacen arrendando un nuevo local comercial, una tienda, en el número 25 (entonces 21) de la calle de Francos Rodriguez. La nueva tienda tiene como único título el de "Muñoz" "Mercería y Novedades". La familia utilizó la vivienda de que disponía la tienda hasta el 15 de junio de 1936 en que toma en alquiler el piso 4º letra A de la finca número 36 de la misma calle de Francos Rodriguez. En esta misma vivienda moriría Francisco 51 años más tarde.
En la vivienda de la tienda permaneció toda la familia durante la guerra civil pues el piso hubo de ser abandonado ante el peligro al que estaba expuesto. A él regresaron una vez terminada la contienda.
La tienda, que fue el medio de vida de la familia Muñoz de Morales Cuesta, fue objeto de tres importantes reformas.
El 1º de abril de 1970 Francisco firmó el contrato de traspaso, quedando en la situación de jubilado. Contaba 72 años de edad.
Francisco no tuvo otra formación que la de la escuela primaria hasta los doce años. Fue muy aficionado a la lectura y al teatro. Su familia y el trabajo fueron sus únicas pasiones. Fuera de ellas no tuvo distracción alguna. Era una persona seria, retraído aunque sin ser introvertido, austero, sin frivolidades en gestos o en las palabras, conservador con tendencia al pesimismo. Trabajador hasta el agotamiento, tenaz, con un altísimo sentido del deber y honrado a carta cabal.
Murió tan pobre como había nacido. Fue un hombre de bien con un balance de su paso por la vida extraordinariamente positivo.
Sus hijos se sienten agradecidos por haber recibido su ejemplo de laboriosidad, dado con el esfuerzo cotidiano en el cumplimiento del deber, el ejemplo de su honradez y el de su honestidad y rectitud. (Mudemo 03.98)

Esta es la casa de la calle de Francos Rodriguez número 36, en cuyo cuarto piso vivió la familia Muñoz de Morales Cuesta hasta que en 1989 la casa fue derribada para evitar el estrangulamiento que provocaba a la circulación en la calle a la que hacía esquina. La tienda estaba a la altura del coche que discurre por la derecha y tenía el número 25 de la misma calle.
Y este era el aspecto que en 1991 ofrecía en la calle de Palencia esquina a la de Don Quijote la tienda de mercería con el título de "La revoltosa" y que fue el inicio de la carrera comercial del matrimonio. En la vivienda situada en el primer piso y delimitada por los tres huecos que se advierten en la fotografía  nací yo, el hijo varón, el 19 de marzo de 1933.





No hay comentarios:

Publicar un comentario