sábado, 17 de agosto de 2024

Están machacando a los chavales

 

Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Están machacando a los chavales

Les presentan un mundo al borde del apocalipsis climático, les fomentan dudas sobre su sexualidad, les niegan a Dios y les proponen una igualación a la baja

 Actualizada 15:42

No hay nada que comprometa más el futuro de un país que una epidemia de pesimismo y victimismo generalizado. Si crees que el mundo mantiene una conjura contra ti, si no crees en tus posibilidades de dirigir tu vida, de ir a más y ascender en la escalera social, entonces lo lógico es que no lo hagas. ¿Para qué me voy a molestar en esforzarme si soy una víctima, topada por un techo de cristal que sé que jamás podré superar?

Los españoles del siglo XX no tenían las comodidades de hoy ni por asomo (por ejemplo: ¿cuántas casas contaban con calefacción y aire acondicionado?). Ni tampoco las posibilidades de estudiar que existen ahora. Pero tenían algo que empieza a faltar: esperanza, en ellos mismos y en su país; y capacidad de sacrificio para intentar conseguir sus sueños, el principal de los cuales era dar a tus hijos lo que tú no habías tenido. El resultado es que en el franquismo y en los primeros años de la democracia el ascensor social funcionó como nunca.

Hoy en España se practica una política que está sustituyendo la esperanza por la queja. Además se está desarticulando la comunión con el proyecto común de la nación, que se desdibuja con fórmulas que llaman «confederales», promovidas por minorías separatistas por la debilidad de un presidente populista de izquierda, oportunista y felón.

Las principales víctimas de toda esta oda al victimismo, al rencor social y al antipatriotismo son los jóvenes. Decirlo puede parecer una boutade, pero no me cambiaría por los chavales de ahora. Les están poniendo la cabeza como una jaula de grillos. Los están machacando con las políticas del alarmismo climático, la desesperanza y hasta la propia negación de Dios.

Lo primero que les están inculcando es que el mundo se puede ir al carajo en unos años por el cambio climático. Se exageran los datos por un móvil político –el alarmismo con el clima es el nuevo credo de una izquierda carente de ideas para la vida real de las personas– y se pinta un apocalipsis inminente, discutido por muchos científicos perfectamente sólidos. Algunos chavales ya no quieren tener hijos, porque el planeta no tiene futuro, o sufren al subirse a un avión o comprar una botella de plástico, pues están «atentando» contra el medioambiente.

Lo segundo que está haciendo la izquierda española a nuestros jóvenes es robarles su propio país. España no existe. El referente es la comunidad autónoma. En el País Vasco o Cataluña directamente se les inculca el odio o el desprecio a España. Se ven obligados a estudiar la geografía y la microhistoria regional y se les niega el conocimiento de su propio país y de su pasado, que solo se aborda para contarles una fábula maniquea de una izquierda seráfica y una derecha criminal hasta lo imperdonable.

En el plano económico no se les anima a competir en la vida, hacer grandes carreras para ganar bien y ofrecer las mejores posibilidades a sus familias, avanzando en el escalafón social. Todo eso es facha. La izquierda gobernante les dice que los beneficios empresariales son «obscenos», que el mérito y el esfuerzo son retrógrados y poco igualitarios.

Con el mayor paro juvenil de Europa, la izquierda gobernante no les ofrece propuestas económicas para intentar que existan más empresas potentes que puedan ofrecerles más trabajo. Lo único que les da son paguitas, que no les permiten para nada armar unas vidas propias, pero que le sirven al poder para intentar comprar sus voluntades electorales («qué majo es Sánchez que me paga el Netflix»). La filosofía de la vida que se les ofrece es la de la igualación a la baja. Conformarse con poco, vivir en camiseta y chanclas desde la adolescencia a la ancianidad, no tener hijos –que son caros y exigen responsabilidades– y odiar a todo aquel que se haya esforzado y prosperado, que deberá de ser clasificado como «rico» o «fachita». Quieren unos jóvenes tristes o deprimidos (la famosa «salud mental», nuevo mantra de la izquierda), atontados por sus móviles y sus tiktoks, sin capacidad de juicio crítico y bien adocenados en la subcultura «progresista».

La izquierda gobernante les crea incluso dudas psicológicas sobre su propia sexualidad. Y además se está dando un fenómeno que la corrección política impide citar en alto: la versión politizada y un poco histérica del feminismo que se está aplicando ha creado enfado e inseguridad en muchos jóvenes varones (que además si tienen un problema en una relación sexual privada son de entrada culpables, por unas leyes que han liquidado la presunción de inocencia masculina). Pero citar esta realidad es el summum de la fachosfera.

Por último, y tal vez lo peor, sobrevolándolo todo aparece la negación absoluta de Dios. La izquierda gobernante es alérgica al hecho trascedente y uno de los pasatiempos predilectos de sus entretenedores de cámara son las mofas del cristianismo (con otras creencias, que tienen a las mujeres pata quebrada y en casa, ese audaz sentido del humor «progresista» se evapora).

En resumen: chicas y chicos, os están robando vuestro país, os hacen dudar de vuestra identidad, os hurtan la ilusión de prosperar y os niegan a Dios. Y vosotros, callados como muertos, que ya llegará «el finde».

(PD: los partidos de la oposición tienen que abordar estos debates y ofrecer una ilusión a la juventud, un proyecto ganador de futuro que contraste con la desesperanza subvencionada que propugna la izquierda).

 


Vidas ejemplaresLuis Ventoso

De la España ilusionada a la adocenada

Retrato de un país a través de cuatro generaciones de españoles

 Actualizada 09:50

Europa está adocenada. Estados Unidos, con todos sus problemas de cainismo político exacerbado, copa el ranking de las diez mayores multinacionales del planeta y abre hueco respecto a una UE que vive de rentas, anquilosada con su intervencionismo estatalista. Por su parte, China e India están dando un estirón imparable y pronto nos mirarán por el retrovisor. Europa es además un paquidermo analógico, muy rezagado en la autopista digital del presente.

Los europeos quieren gozar la vida. Apenas tienen hijos –para que no les estorben en su proyecto hedonista– y alquilan los trabajos duros a los inmigrantes de otras culturas. El nuevo ideal europeo es cobrar más trabajando menos, como repiten eminencias como nuestra Yoli. A priori, tal aspiración parece «chulísima». Pero presenta un pequeño efecto secundario: a medio plazo se carga los países, que se van quedando rezagados frente a otros con más ganas.

La España sanchista es junto a Francia el ejemplo sumo del paralizante conformismo del siglo XXI europeo. Lo que está pasando se entiende muy bien estudiando someramente a los españoles de las últimas cuatro generaciones. De la ilusión, del afán peleón por ir a más, hemos pasado a la flotación, un lánguido conformarse con lo que ya tenemos y rascarla lo menos posible.

Empecemos por los bisabuelos. Nacieron a finales del turbulento siglo XIX español, que fue un rosario de guerras. Se comieron una Guerra Civil, a veces incluso en el frente, donde muchos cayeron en un bando u otro por pura lotería territorial. Esa generación se atrevió con la gran migración del campo a la ciudad, muchas veces trasladándose a regiones más prósperas. La mayoría procedía del rural o de pueblos pesqueros, hijos del arado y el remo. Una vez en sus urbes de destino, se buscaron la vida trabajando como posesos con una meta muy clara: conseguir que sus hijos pudiesen vivir mejor que ellos. Y lo lograron.

La siguiente generación es la que nace en la posguerra. Son profesionales más preparados que sus padres, pero que han heredado su cultura del esfuerzo, porque durante su infancia y juventud todavía han conocido las estrecheces en primera persona. Algunos todavía emigran a Europa en busca de una vida mejor. Otros montan pequeños negocios, o logran empleos estables con los que van sacando adelante a su familia. Al igual que sus progenitores, tienen una gran ilusión por prosperar y unos objetivos claros. Los suyos son intentar comprar un piso y lograr que sus hijos, que son todavía muchos, puedan estudiar en la universidad. Muchísimas de esas familias logran ambas metas.

Llegamos ahora a la generación nacida entre mediados de los cincuenta y comienzos de los sesenta. Son los españoles que ya acceden en gran número a la universidad, gracias al esfuerzo de sus padres (y antes de sus abuelos). Se consolida una España de una espléndida clase media, muy dinámica, con profesionales liberales de éxito, pequeños y grandes empresarios, funcionarios cualificados que han hincado codos con ahínco para sacarse una buena oposición... Está generación ya tiene menos hijos –la parejita– y disfruta de las posibilidades de ocio que ofrece el avance económico (comienzan los viajes, los restaurantes, la electrónica). Pero todavía preservan como prioridad el bienestar de sus familias, que saben que no les caerá del cielo. Les exige trabajar duro. Y lo hacen. Muchísimas familias de la gran clase media española se convierten en espléndidas historias de éxito.

Llegamos a la cuarta generación. La de los treintañeros y cuarentones actuales. Sus bisabuelos, abuelos y padres se habían centrado en trabajar y ahorrar, en una España donde se compartía la esperanza en que el futuro sería mejor. Fruto del inmenso esfuerzo de sus ancestros, muchos españoles de esta cuarta generación han heredado algún piso familiar. Apenas tienen hijos; acaso uno (o ninguno y dos perros). La sanidad y la educación son universales y gratuitas, hay centros deportivos y piscinas públicas casi por nada, actividades sociales municipales… y si andas muy apurado, siempre existe algún subsidio.

En una capital de provincia, o una ciudad pequeña, si cuentas un pisito que has heredado te puedes apañar con poco para vivir. ¿Para qué liarse la vida? Te preparas una pequeña oposición, que tampoco te haga estudiar mucho, o te buscas un trabajo romo y poco exigente, y con tu sueldito y el de tu pareja puedes ir tirando tranquilamente, porque de facto estamos en país socialista que prima ese modo de vida. ¿Para qué romperte la cabeza? ¿Para qué deslomarte trabajando como tus bisabuelos, tus abuelos y tus padres? Con lo que tienes te da para el Netflix, para las cañitas del finde con los colegas y, de cuando en vez, hasta para algún Ryanair por ahí fuera. Añadamos un poco de rencor social avivado por la propaganda incansable de la izquierda, y ya tenemos al sanchista perfecto, felizmente adocenado en la mediocridad y sin mayores ilusiones por construir una empresa, o una gran carrera profesional, o una familia con hijos de sólida formación académica.

De la infatigable Generación de Pana de antaño hemos pasado a la Generación Progre-blandiblú de la camiseta y las zapatillas. Odio a «los ricos», paguita y que no me hagan currar demasiado, que para eso ya han venido los rumanos, los ecuatorianos y los marroquíes.

¿Pronóstico? Un país en decadencia a la vuelta de un par de generaciones. Si es que todavía se le puede llamar país a la «nación de naciones» que nos preparan.

miércoles, 10 de mayo de 2023

¿¿               ¿ Qué es una "Causa"....?

Muchas veces nos referimos a la Causa o en plural a las Causas..¿a qué nos estamos refiriendo ? Al hablar de una Causa, cuando de beatos o santos se trata, aludimos al procedimiento que se sigue en la Iglesia para determinar las virtudes que acreditan el acceso de una persona o un grupo de ellas a la categoria eclesial de Beatos o Santos, es decir personas a las que la Iglesia glorifica e incorpora su nombre en el Libro de los Santos autorizando a los fieles a que les invoquen y les rinda culto público.

Una Causa se inicia cuando necesariamente han transcurridos al menos cinco años de la muerte de una persona o grupo de personas y alguien, uno o varios, aprecian rasgos de vida de santidad o han sido presumiblemente asesinados por odio a su fe. Recientemente el Papa ha hecho una excepción al plazo de cinco años despues de la muerte de las personas implicadas al autorizar iniciar  la Causa se canonización de la Madre Teresa de Calcuta y la de Juan Pablo ll. 

Una causa la solicita una persona o un grupo de personas, una congregación religiosa, una Diócesis, una asociación de fieles laicos o un organismo civil debidamente reconocido por la autoridad eclesiástica y la tarea principal consiste en promover y colaborar en el procedimiento y desarrollo de la Causa. El peticionario debe nombrar un "postulador" que ha de ser reconocido por el Obispo de la Diócesis,  autoridad competente en la materia, donde el fiel o fieles murieron. Un postulador viene a ser el abogado defensor de la Causa  y representa a la persona u organismo que la denunció ante la Congregación para la Causa de los Santos (CCS) que es el organismo del Vaticano que tiene juridiscción sobre estos asuntos.

El postulador solicita al Obispo competente que establezca una investigación Diocesana oficial sobre la Causa. El Obispo  da por iniciada oficialmente la Causa y designa a dos teólogos censores . Al mismo tiempo la CCS asigna a la Causa un número de protocolo para facilitar su seguimiento.

Durante todo el tiempo que pueda durar la Causa, el Obispo debe asegurarse que no hay culto público al o a los encausados ni en su lugar de sepultura ni en ningún otro sitio.

Los teólogos censores examinarán todo lo publicado así como los escritos de la/los Sierva/os/ de Dios. Emiten su dictámen que ha de ser favorable para que la Causa continúe.

Es designado a continuación un promotor de justicia cuya tarea principal consiste en redactar un cuestionario para los testigos de la vida del o de los/las encausados/as.

Concluída toda esta investigación a nivel de Causa Diocesana, el Obispo debe obtener de la Comisión para la Causa de los Santos el "Nihil Obstat" que certifica que no hay  nada en los registros de cualquier oficina del Vaticano que pueda merecer  una suspensión de la investigación.

Obtenido el "Nihil Obstat" el Obispo convoca ante un tribunal Diocesano a los testigos oculares de la vida del Siervo/s de Dios así como aquellos qu examinaron sus escritos y todo ello a la vista de las contestaciones al cuestionario elaborado en su día por el promotor de justicia. 

Terminada la investigación Diocesana, dos copias fidelignas de todos sus actos y documentos, los llamados transumptum, se envían al CCS. 

Una vez en El Vaticano, la CCS decreta la validez de la investigación diocesana y nombra un "relator" para la Causa. El relator es un funcionario vaticano cuya tarea consiste en  la redacción y la publicación de la "positio"

La "positio" tiene dos partes esenciales . La primera denominada "Informatio" es una biografía crítica basada en los documentos remitidos en el "transumptum" y la segunda se denomina "Summarium" y consiste en la recopilación de todos los testimonios de los testigos durante la investigación diocesana y documentos relativos a la vida de el /los Siervo/s de Dios.

La "positio" será examinada por un tribunal formado por historiadores, teólogos y prelados que trabajan para la CCS cuyo voto por unanimidad ha de ser favorable para  determinar el resultado final de la Causa. En el caso de voto favorable se publica un decreto sobre las virtudes heróicas o el martirio de los Siervos de Dios.

Habitualmente este Decreto es leído y promulgado ante el Papa en audiencia pública. A partir de este momento los Siervos de Dios son referidos como Venerables. 

Ahora ya solo se espera la fecha de la declaración solemne o ceremonia de la Beatificación. la designación de la fecha. para la beatificación solemne.La beatificación tiene lugar normalmente en Roma. El Papa Juan í

La Beatificación tenía  lugar normalmente en Roma. Hasta el año 2004 el Papa  oficiaba personalmente en muchas de estas Beatificaciones tanto en Roma como también en lugares donde los candidatos vivieron o murieron. A partir de ese año un Cardenal nombrado por el Papa preside y oficia en la ceremonia. Después del acto solemne, el que era llamado "Venerable" es ahora llamado "Beato".  Su culto canónico no es universal sino que está limitado dentro de una jurisdicción eclesiástica o comunidad religiosa.

Para los "Venerables" no mártires, sin embargo, se necesita un trámite más antes de ser declarados "Beatos". El Vaticano requiere que se demuestre un milagro excepcional que haya sido realizado por intercesión del "Venerable".  El "milagro"es objeto de una investigación minuciosa y si al final se confirma accede el "Venerable" a la condición de "Beato".  Por último para que un "Beato", no mártir, sea declarado "Santo" requiere la declaración de otro milagro o hecho sobrenatural excepcional.  El culto canónico de un "Santo" es universal, sin limitación alguna.

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Todo lo anterior ha sido extraido y condensado de la información que aparece en la fuente que se cita:  Fabijan Veraja, Le Cause di Canonizzazione dei Santi (Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticano, 1992).

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s udonde el candidato a la beatificación vivió, trabajó o Murió. De 1971 a 2004, el mismo Papa ha oficiado esto ceremonia. Hasta entonces, un cardenal nombrado por el Papa presidía el rito. Después del acto solemne, el venerable es referido como Beato. Sin embargo Su culto está canónicamente limitado dentro de un jurisdicción eclesiástica o comunidad religiosa.

 Fuente: Fabijan Veraja, Le Cause di Canonizzazione dei Santi (Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticano, 1992).

La beatificación tiene lugar normalmente en Roma. El Papa Juan Pablo II celebró muchos de estos ritos en el país donde el candidato a la beatificación vivió, trabajó o Murió. De 1971 a 2004, el mismo Papa ha oficiado esto ceremonia. Hasta entonces, un cardenal nombrado por el Papa presidía el rito. Después del acto solemne, el venerable es referido como Beato. Sin embargo Su culto está canónicamente limitado dentro de un jurisdicción eclesiástica o comunidad religiosa.

 

La beatificación tenía lugar normalmente en Roma. El Papa Juan Pablo II celebró muchos de estos ritos en el país donde el candidato a la beatificación vivió, trabajó o Murió. De 1971 a 2004, el mismo Papa ha oficiado esta ceremonia. Desde entonces, un cardenal nombrado por el Papa presidía el rito. Después del acto solemne, el venerable es referido como Beato. Sin embargo Su culto está canónicamente limitado dentro de un jurisdicción eclesiástica o comunidad religiosa.

 




DTambién debe públicamente Publique el petición del postulador e invitar a los fieles a informarle cualquier información que puedan tener sobre el/los Siervo/s de Dios. Entonces,decide iniciar oficialmente la causa, y designa dos teólogos censores

 para examinar tanto lo publicado como lo publicado y escritos inéditos de la/s Sierva/s de Dios. Una opinión favorable De ellos es necesario proceder con la causa. Después de esto, él asigna un promotor de justicia cuya tarea es dibujar subir un cuestionario para testigos basado en todo lo que ha sido recogido en relación con la causa. Finalmente, el obispo competente debe obtener de la CCS el rescripto nihil obstat, quee ll

Una "causa" de beatificación se inicia por un Peticionario cinco años después de la muerte en Fama sanctitatis (con reputación de santidad) o in odium fidei, uti fertur (presumiblemente asesinado por odio a la fe) de uno o de un grupo de católicos profesos. Este peticionario puede ser un individuo o,   un grupo, una congregación religiosa, una diócesis, una asociación de fieles laicos, o incluso un organismo civil debidamente reconocido por las autoridades eclesiásticas y su tarea principal consiste en promover y colaborar en esa tarea. Sin embargo, el propio Papa podría renunciar a lo requerido. Período de espera de cinco años, como en el caso de la Madre Teresa de Calcuta y Juan Pablo II.

 

El peticionario debe nombrar un postulador que debe ser debidamente reconocido por el obispo de la diócesis donde el Siervo/s de Dios murieron (canónicamente referido como el obispo competente). Un postulador es el abogado de la causa y representante del actor ante la Congregación para las Causas de los Santos (CCS), la oficina vaticana que tiene jurisdicción directa sobre tales asuntos. También puede nombrar un vicepostulador que actúa en su nombre dentro de la diócesis. Es tarea del actor, A través del postulador, se solicita al obispo competente establezca  una investigación diocesana formal sobre su vida. Al mismo tiempo, la CCS designa un número de protocolo para referirse al caso. En caso de que el El obispo de otra diócesis debía actuar, por una razón legítima, como el obispo competente para la causa de alguien que murió fuera la jurisdicción de su territorio, tendría que obtener el decreto para la transferencia del foro competente (« competentia fori ») de la CCS.

 

requiere que el obispo competente consultar con los obispos de su región eclesiástica sobre el idoneidad de iniciar la causa. También debe públicamente Publique el petición del postulador e invitar a los fieles a informarle cualquier información que puedan tener sobre el/los Siervo/s de Dios. Entonces,decide iniciar oficialmente la causa, y designa dos teólogos censores

 para examinar tanto lo publicado como lo publicado y escritos inéditos de la/s Sierva/s de Dios. Una opinión favorable De ellos es necesario proceder con la causa. Después de esto, él asigna un promotor de justicia cuya tarea es dibujar subir un cuestionario para testigos basado en todo lo que ha sido recogido en relación con la causa. Finalmente, el obispo competente debe obtener de la CCS el rescripto nihil obstat, que certificaría que nada en los registros de ninguna oficina del Vaticano merecería una suspensión de la investigación.

 

Después Obtención del Nihil Obstat, el obispo competente o su delegado convoca e interroga a los testigos ante un tribunal diocesano. Los testigos incluyen a los traídos por el postulador como testigos oculares de la vida del Siervo/s de Dios, así como aquellos que habían examinado sus escritos. Ellos se examinará utilizando principalmente (pero no exclusivamente) el Cuestionario elaborado por el promotor de justicia. Después de esto, el El obispo competente también debe asegurarse de que no haya culto público. concedidos a la/s Sierva/s de Dios en su lugar de sepultura, o Dormitorios. Cuando el Se lleva a cabo la investigación diocesana, dos copias fieles de todos sus actos, los llamados transumptum, se envían al CCS.

 

En este punto, el CCS determina el Decreto sobre la validez de la investigación diocesana. Una vez hecho esto, la congregación nombra un relator para la causa. Un funcionario desde el CCS, la tarea del relator es supervisar la redacción y Publicación de la positio por un colaborador (que puede o puede no ser el postulador mismo). La positio tiene dos Partes esenciales:(1) La Informatio, una biografía crítica de la Siervo/s de Dios basado en el transumptum; y (2) el summarium, una recopilación de los testimonios de los testigos. durante la investigación diocesana y documentos relativos a la vida de el/los Siervo/s de Dios. Será examinado por tres organismos diferentes. de expertos - historiadores, teólogos y prelados - que trabajan para la CCS y cuyos votos determinaría la final resultado de la causa. Cuando estos tres cuerpos unanimidad dar una decisión favorable sobre la positio, el CCS sorteo hasta un decreto sobre las virtudes heroicas o el martirio de los Siervos de Dios. Normalmente, este decreto es formalmente Leído y promulgado ante el Papa en audiencia pública. A partir de entonces En el/los Siervo/s de Dios comienza a ser referido como Venerable.

 

En el caso de los mártires, lo que sigue es la designación de la fecha. para la beatificación solemne. Para los no mártires, sin embargo, otro Se necesita un decreto. El Vaticano requiere que se demuestre un milagro excepcional a han sido realizados por intercesión del venerable. Cuando esto es encontrado, el postulador y el obispo de la diócesis donde el El milagro ocurrido debe solicitar a la CCS que abra una investigación diocesana. Todos los registros recopilados durante esta investigación deben ser enviado al CCS, que luego designa un cuerpo de médicos calificados o científicos, la consulta medica, para juzgar su extraordinaria. Un favorable El juicio de este cuerpo se presenta a los teólogos y prelados de la CCS. El Papa que formaliza su Reconocimiento del milagro a través de un decreto. Sólo entonces el La beatificación no mártir será finalmente programada.

 

La beatificación tiene lugar normalmente en Roma. El Papa Juan Pablo II celebró muchos de estos ritos en el país donde el candidato a la beatificación vivió, trabajó o Murió. De 1971 a 2004, el mismo Papa ha oficiado esto ceremonia. Hasta entonces, un cardenal nombrado por el Papa presidía el rito. Después del acto solemne, el venerable es referido como Beato. Sin embargo Su culto está canónicamente limitado dentro de un jurisdicción eclesiástica o comunidad religiosa.

 

Para el Bendecido por ser canonizado, el actor de la causa debe encontrar de nuevo Un milagro excepcional más que tuvo lugar después de la beatificación. El propio procedimiento para Investigar un milagro antes de la beatificación debe repetirse. Cuando se promulga el decreto sobre este milagro, un especial El consistorio formado por el Papa y los cardenales es llamado más tarde a Determine la fecha de canonización en sí. Después de esta ceremonia toma lugar, el bienaventurado se llamará de ahora en adelante Santo y se presenta a todo el mundo. Iglesia para la veneración y emulación.


Fuente: Fabijan Veraja, Le Cause di Canonizzazione dei Santi (Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice Vaticano, 1992).


miércoles, 19 de abril de 2023

Carlos Alberto (1)

 Carlos Alberto, aparece en mi vida un día de octubre de 2022.  Aparenta menos edad de la que tiene. Buena presencia, facciones agradables, 1,75 de estatura, complexión normal, su rostro enseguida muestra una sonrisa franca y acogedora y su habla, en un epañol correcto tiene el giro y la música de su región natal que completa su presencia de manera que provoca una buena acogida por la simpatía que inmediatamente despierta. Es muy respetuoso y siempre acata cuanto sugiero. Me guia en el paseo con mano firme y no se descuida ni un solo momento en cuanto a la atención que me presta para que no pierda el equilibrio. Me ayuda a subir y bajar del autobús y pone especial atención cuando subo a él y se pone en marcha así como cuando en la parada me dispongo a apearme. Ahora salimos los lunes. martes, jueves y viernes. Llega a casa puntualmente a las once de la mañana y marcha dejándome en el ascensor pocos minutos más tarde de la una.. Hasta hace poco tiempo ha estado viviendo con su madre en Villaverde Bajo. Pero recientemente vive en la Gran Vía del Sureste, en un barrio nuevo del Sur de Madrid donde ha alquilado un piso que ocupa ahora y ocupará piensa en julio próximo cuando contraiga matrimonio con la que hoy es su novia.

Años más tarde...

 Si, han pasado muchos años. Ocho o nueve...Y han pasado muchas cosas...Godwin, sigue ahí, pero ya no está presente en mis paseos como entonces...Me operaron del corazón en el año 2015 y aquello supuso una alteración importante en mi vida díaria: desaparecieron casi totalmente los paseos. En la convlecencia de la operación me sobrevino una fuerte anemía que me debilitó y los paseos empezaron primero a decrecer en su extensión y luego casi desaparecieron. Ya no caminaba , ahora usaba el coche que sustitía a mis piernas. Enseguida se presento la pandemia del covi. Dos años, el primero de ellos casi prisionero en casa. Y esta sujeción terminó por anular  la posibilidad de moverme. Al menos solo no podía salir a la calle. Vendí el coche, la teturlia de los amigos había desaparecido. El último contacto que me quedaba, Rafael Muñoz Ramirerz, murió, y me quedé sólo en el refugio de mi casa con los míos....Pero no podía quedarme ahí. Así que se acudió al recurso de buscar una persona que me sacara de casa diera un paseo conmigo  por las mañanas. Y Ana, mi hija, encontró la solución y enseguida apareció un acomapñante. Sellamaba Rafael. Y de él escribiré más adelante. 

Ahora salgo con Carlos Alberto. Nicaragua. 41. Tres hijos que dejó allí. Lleva cinco años en Madrid y tiene la nacionalidad española. Empieza una nueva serie de Caminante.

domingo, 21 de noviembre de 2021

ENSIDESA

 ENSIDESA

En tres etapas se puede resumir mi vida en la Empresa Nacional Siderúrgica, S.A,

La primera etapa es el periodo de prácticas como funcionario del INI. Esta etapa comienza en noviembre de 1956 y termina en marzo de 1957. SE interrumpió durante quince dias en el periodo de las Navidades. Estuve en el Instituto durante los meses de marzo y abril para cubrir el periodo de información del ejercicio de 1959 del Balance de las Empresas. Tuve que redactar el informe sobre el ejercicio de Iberia que o parece que resultara muy bien pues Don Fausto lo modificó. Mi cabeza estaba ya en Asturias.

Fue en alguno de aquellos meses del 57 cuando conocí a Francisco Jarque. Era también Técnico Contable de la Bazán y era el Director financiero de Astilleros de Cádiz. Se iniciaba entonces la política en el INI de que las propias empresas ejercieran de forma interna la auditoría de sus procedimientos y cuentas. Jarque era una persona con aspecto serio, intimidaba a sus interlocutores y parecía ser muy competente en materia de administración de empresas. Presidente de Ensidesa era ya Don Aureo Fernández Ávila que lo era también de Astilleros Españoles por lo que tanto don Aureo como Jarque estabanm muy compenetrados y este último gozaba de la confianza plena de aquél  Jarque había sido nombrado Auditor de Ensidesa nombramiento que tenía que hacer compatible con su puesto de Director Financiero de Astilleros de Cádiz.  Y debí de ser presentado a él en los primeros días de mayo. 

Y me propuso  que trabajara con él en la auditoría de las cuentas de Ensidesa. Trabajaría en Madrid y eso sí tendría que viajar a Avilés al menos una vez al mes. Consulté con Martín Arcos y Gancedo que eran quienes más confianza me daban y también a Manuel Lorenzo el Decano de los Técnicos en el INI. Y como todos afirmaban que era una buena oportunidad di el sí. Seguí en la nómina del INI y cobraba una pequeña gratificación de Ensidesa. Los viajes en coche-cama y dietas del personal de primera categoría de Ensidesa. Y así comienza mi segunda etapa que va a durar de mayo a sptiembre del 57. Trabajaba en una pequeña mesa que me pusieron cerca de Gancedo en la calle Conde de Peñalver y En Avilés acompañando a Jarque,  El trabajo era sumamente aburridopues consistia en comprobar como los asientos del Mayor que eran tiras del díario pegadas ordenadamente en un libro que decía ser el Mayor respondían todas ellas a la misma cuenta. No se comprobaba ningún  justificante porque todos ellos estaban en Avilés. En su momento trataré de explicar todo el tinglado contable.

El caso es que en la oficina de Madrid había poco que ver y auditar. Y todas las dudas que tuve me las aclaró un experto que trabajaba a las órdenes de Gancedo que se llamaba Eduardo López Echevarría con el que tuve excelente relación durante todos los años que permanecí en la empresa.  

Viajé en varias ocasiones a Avilés unas  veces con Jarque y otras yo solo y siempre haciendo esas tareas que a mi parecer carecían de trascendencia. Como es natural mi contacto con Ardit permanecía casi permanente al punto de que en la primera semana de julio me hospedé con él en el Hotel Hernán Cortés de Gijón a lo que añadía los viajes de ida y vuelta de la Factoría en el coche que tenía a su disposición.

El 11 de julio estaba dispuesto a viajar a Madrid y no recuerdo bien cómo otro viajero hospedado en Hotel salía en coche para Madrid al día siguiente. Así que convine irme con él. Y el día 12 por la noche llegaba a casa después de mi primer viaje por carretera Asturias-Madrid. Pero fue con tal fatal oportunidad que el día 13 a las seis de la tarde moría en mi presencia mi abuelo Alfredo, que desde el año 1951 e 

martes, 16 de noviembre de 2021

Mi vida antes de la Carrera de Comercio

Como he dicho anteriormente en cuanto acabó la guerra, a punto de cumplir seis años, fui al Colegio de las Salesianas, en la calle de Villaamil a una clase infantil que regia una monja llamada Sor Nieves. Aquello duró curso y medio. El curso siguiente en los Salesianos, en el principio de Francos Rodriguez, de donde únicamente recuerdo lo bien que lo pasaba en los recreos o en las ocasiones que sin Colegio allí acudía a jugar. El enorme patio de que disponía el Colegio estaba siempre abierto a disposición de los que quisieran entrar a jugar. La Iglesia y el Colegio habían sido lugares que el Gobierno republicano había utilizado para menesteres de la guerra. En los primeros días de la guerra habían sido fusilados dos o tres salesianos como aun hoy se les recuerda en una lápida de la Iglesia.  El patio en los días en que yo empecé a ir a él estaba lleno de cartuchos de balas y peines de fusil. Allí me reunía con otros chicos alumnos del Colegio o "visitantes" y me lo pasaba bomba. ¿A qué jugábamos ? La gama de nuestros juegos era muy amplia: carreras en itinerarios trazados en el suelo  semejando vuelta ciclista con chapas en las que insertábamos imágenes de ciclistas. Con el peón, juego en el que había verdaderos artistas A las tabas. A pídola, Y partidillos de futbol con pelota más o menos formal.
Fue un año del que solo recuerdo lo bien que me lo pasaba...
Y mis padres debieron darse cuenta de lo poco que yo había progresado en materias que no solo fueran juegos. Y decidieron apuntarme en el Instituto Ramiro de Maeztu, inmediato al lugar que hoy ocupa la Iglesía del Espíritu Santo en la calle de Serrano. Y allí estuve casi todo un curso. Dos líneas de tranvías tenía que tomar para ir desde casa y otras dos para volver. El tranvía que pasaba por delante hasta Cuatro Caminos y allí el 17 o el 45 hasta el Museo de Ciencias Naturales.. Atravesaba la Castellana y subía hasta el Instituto que como digo estaba en Serrano en lugar inmediato a la que años más trade sería Plaza de la República Argentina que entonces solo era campo. Y allí almorzaba lo que mi madre preparaba todos los días y que yo guardaba toda la mañana esperando el momento para irme solo a aquel descampado y comer antes de volver a iniciar la sesión de la tarde. A aquel Instituto acudían chicos de buenas familias mezclados con moritos que parece eran hijos de moros notables de Marruecos o de mandos de la Guardia Mora de Franco. Esto es lo único que quedó en mi memoria de la estancia en lugar tan acreditado como el Instituto Ramiro de Maeztu.
Tanto ajetreo de ir y venir y comer fuera de casa no me sentó bien y casi finalizando el curso abandoné el Instituto.
Debo decir que mi enseñanza sobre el negocio de la tienda continuaba y cualquier momento era bueno para que mi padre precisara de la ayuda, poca, por supuesto, que yo podía proporcionarle para compartir tareas que fueron poco a poco poniéndome al día de todo lo concerniente a la tienda.
Ya en aquella época y con esa escasa edad mi padre me fue imponiendo de todos los secretos de la tienda. Corrían tiempos muy difíciles. De un lado la voracidad fiscal en todo tiempo insaciable. De otro la Fiscalía de tasas. El Gobierno del nuevo Estado trataba por todos los medios de que los precios no se elevaran y para eso creó esta Fiscalía que tenía por objeto vigilar los precios de venta en casi todas las especialidades. Los precios de venta empezaban a venir marcados en todos o casi todos los artículos. Mi padre calculaba que para poder mantener el negocio y que este mantuviera a la familia había que vender con un margen del 25 % sobre el precio de coste o lo que es lo mismo el 20 % sobre el de venta. Y los precios de coste vinieron al principio muy ajustados a esa norma. Pero enseguida escasearon los géneros y hubo que pagar primas ocultas sin factura a los almacenes para que suministraran artículos. Y claro se presentó el problema. Hubo que modificar los precios, borrando e imprimiendo los nuevos, variar el tallaje y así los bebes empezaron a usar calcetines de talla 3, Hombres menudos como poco la talla 40, etc,. Y esto precisó de ayudas extraordinarias sobre todo con la tienda cerrada al público. Se compró una imprentilla, números de varios tamaños, líquido de borrar y no se cuántos artilugios más que sirvieran para cambiar los precios.  Por otra parte la amenaza de la Hacienda. El impuesto servía para vender artículos de mercería. Y qué era mercería. Por ejemplo camisas de paño de trabajo o de tela ordinaria. Pero no camisas de popelín o hilo. Medias de rayón pero no de seda. Calcetines de lana o algodón bruto pero no calcetines de hilo. Perfumería barata. Pero no perfumes. Alpargatas pero no zapatos. Pañuelos de algodón, pero no los de hilo.  Y todo ello contribuía a la desazón y la preocupación de cada día por lo que podría suceder en cada jornada. Afortunadamente nunca hubo ningún tropiezo y todas las visitas marcharon sin problema alguno y sin que levantasen una acta de incidencia. 
Y en octubre de 1941, ocho años, fui inscrito en el Colegio de la Doctrina Cristiana que la Congregación de los Nemesianos acababa de abrir en la Avenida de la Reina Victoria, enfrente del Hospital de la Cruz Roja. Pero esa etapa constituye otra historia.