miércoles, 13 de junio de 2018

LA TIENDA ( 8 )


En 1942 tengo 9 años. A los diez años se hacía el ingreso en el Bachillerato. Es pues ahora cuando toca decidir el futuro...el Bachillerato u otro camino. Mi hermana ya llevaba tres años estudiando el Bachillerato en el Colegio de las Salesianas de la calle Villaamil. El Colegio las preparaba aun cuando los exámenes finales tuvieran que hacerlo en el Instituto oficial correspondiente. Pero para chicos no había cerca de casa ningún centro que preparase a semejanza de aquel. Los chicos que conocíamos estudiaban en el Instituto Cardenal Cisneros detrás de la Universidad de la calle de San Bernardo. Y a mis padres no les gustaba pues juzgaban que era muy niño para apuntarme a un Centro con la enseñanza poco individualizada y con escaso control.
Ya entonces mi padre había puesto en mí sus ojos y pensaba que yo podría ser un sucesor suyo en la gestión de la tienda, Siempre que podía me enseñaba cuanto se refería al interior del negocio. Me enseñó a repasar las facturas de los proveedores, a marcar los artículos con el precio de venta señalando en clave el de coste usando para ello la clave que proporcionaba la palabra "hubiéramos" en la que cada letra se corresponde en su mismo orden con los números del 1 al 0. También llevar el libro donde anotaba las ventas del día, los pagos, los gastos..etc,.. Y a cuadrar la "Caja" diaria, Es decir a que el dinero efectivo anterior, más el procedente de la venta del día, menos los pagos en efectivo por cualquier causa, habría de coincidir necesariamente con la existencia final. Yo en mi fuero interno me enorgullecía de entrar en aquel cúmulo de actividades que yo consideraba secretas y dignas de la máxima confianza y gustosamente participaba en esas tareas.
No sé como mi padre se enteró de la existencia de la carrera de Comercio. Ingreso, con doce años cumplidos, luego dos años de Preparatorio. Tres años para ser Perito Mercantil y dos más y un examen final para conseguir, a los 20 años el Título de Profesor Mercantil, título que entonces tenía cierto prestigio y que habilitaba  para concurrir a las oposiciones a muchos empleos de la máxima categoría de la Administración Pública.
Así que el que yo llegara a obtener el título De Profesor Mercantil con el bagaje que me iba a proporcionar el  conocimiento práctico de la gestión del negocio, daría el perfil más completo posible para el crecimiento del negocio con un horizonte que a el le pareció entonces sumamente emocionante.
Y se tomó la decisión. Nada de Bachillerato. Comercio.  Y como el ingreso en Comercio habría de hacerse con doce años cumplidos era necesario buscar un Colegio para que durante el tiempo que faltaba para ese evento me ocupara y me preparara  para llegar a él de la mejor forma posible.
No sé la causa de desestimar al Colegio de los Salesianos, tan cerca de casa yal que acudíamos todos los domingos y yo participaba mucho en sus actividades fuera del horario escolar, El caso es que los Salesianos quedaron excluídos..